Te escribo estas líneas porque es
la mejor manera que tengo de expresar libremente mi sentir y un tanto más
simple.
Hace ya casi 1 mes que decidimos
cruzar nuestras vidas. Después de mucho dolor, desánimo, incredulidad y un poco
de nostalgia…debo confesar que un nuevo nombre se estaba escribiendo en el
libro de mi vida…Tú –ELD -.
Fue como una carga de energía que
recibí sin esperar. Como electro shock que se le proveyó a este pobre
corazón. Sentir de nuevo –no era mi
plan-. Creer en un nuevo cielo, buscar nuevos espacios, salir de este infierno,
sembrar nuevamente y esperar que caiga la lluvia, definitivamente estaba fuera
de mi mente.
Hace mucho que ya te observaba. Sí,
tengo que confesar que mientras compartíamos el espacio físico ya te observaba…pero
siempre desde mi cielo. Símbolo de mi ser, de mi propia existencia. Cielo que
hoy representas –Tú-.
Siempre he visto algo diferente
en ti, cosa que llama mucho mi atención y que no puedo descifrar, aún. Y me hace
reflexionar que es lo que hayo en ti que me pone a temblar. Temblar de mi
propia imaginación, jamás he tenido miedo de idear, sino al contrario siempre
vivo creando…creando realidades. Tener miedo de mi propia imaginación…es algo
especial, tan especial como –Tú-.
Niño…u hombre, ángel…o demonio, cielo…o
infierno, fuerte…o débil, intro…o extrovertido, blanco…o negro, agudo…o grave,
ruido…o silencio, divertido…o serio, pasional, servicial, honesto, sincero…puro,
Eduardo Lancaster Díaz.
Luckysita.....