Disciplina, esfuerzo, compromiso,
responsabilidad, sudor, lágrimas y amor…esto y más es lo que logran transmitir
los atletas de alto rendimiento que se dieron cita en la ciudad de Londres para
celebrar los XXX Juegos Olímpicos, mismos que se llevaron a cabo del 27 de
Julio al 12 de Agosto de 2012. Estoy segura que una gran parte de las personas
en nuestro país pudieron ver a través de sus pantallas algún evento deportivo y
a más de uno se le enchinó la piel durante la jornada, tanto o más que a mí.
Tu vida, tu mejor negocio, es sin
duda un libro lleno de sabiduría, de realismo puro, y me pregunto cuántas veces
no me he dejado vencer aún antes de comenzar. Y en ese sentido se me viene a la
mente los Juegos Olímpicos pero más los Juegos Paraolímpicos. Que sin duda
alguna, son los que me dejan pensando y más allá de eso, reflexionando. Cabe mencionar
que siempre me he considerado una mujer fuerte, segura de mí misma, inteligente
y dichosa, si…muy dichosa. La vida me ha sonreído, Dios ha puesto su mano sobre
mi cabeza y me ha ungido. Me ha dado tanto que no me queda más que agradecerle
su infinito amor y misericordia.
Un plan de vida…
Hace unas horas, comentaba con mi
novio, mi pareja, mi apoyo, mi amor; sobre nuestros planes de vida. Ambos,
hemos conceptualizado de diferente manera la vida, el trabajo y el futuro. Sin
embargo, llegamos a un punto en común. La vida, la vida es para vivirla y ser
felices. Ser felices hoy y no mañana. Día a día nos levantamos y quizá no
siempre con una sonrisa en los labios porque debemos ir a trabajar, pero si con
la convicción que ese día será mejor que el anterior. El plan de vida no es
quizá tener todo el dinero del mundo, es ser feliz con el dinero que tienes.
Tan sólo es actitud. Debemos ser capaces de diferenciar lo urgente de lo
importante. Y sólo así, quizá podríamos liberarnos de muchas ataduras a esta
vida tan agitada. Romper esas cadenas que nos hacen esclavos del tiempo, de la
decadencia, de la necesidad.
Cambio de actitud…
Hoy también recibí la llamada de
mi mejor amigo, y me contaba que tenía mucho trabajo. Su palabras textuales
fueron –cada vez necesito más dinero, porque cada vez quiero tener mejores
cosas, no me conformo con lo que tengo-. A simple vista, podría resultar
interesante poder obtener una mejor calidad de vida. Pero cuando se pone en
riesgo la calidad creo que deja de ser vida. Si ya tenemos una computadora
buena, ahora queremos tener una mejor. Si ya tenemos un buen carro, ahora
queremos tener uno mejor. Y, estamos en lo correcto, desear, anhelar, mejorar
siempre será un buen comienzo. Pero –Qué tan grande es el vacío que queremos llenar
a costa de todo-. Lo que quiero decir es, ¿Por qué nos sentimos insatisfechos
con lo que tenemos, si antes no lo teníamos?. O dicho de otro modo, si ya
alcanzamos lo que queríamos, ¿Por qué ahora ya no nos satisface? Si era lo que
“deseábamos”.
Estaba leyendo un libro muy
conocido “Padre Rico Padre Pobre”
escrito por Robert Kiyosaki y me aclaró en parte mi visión. El hacia una
analogía entre sus dos padres. Su padre pobre (su padre biológico), un oficial
del gobierno y bien educado que tiene un salario elevado y su padre rico (el
padre de su amigo Mike), quien abandonó la educación formal y se convirtió en
un exitoso hombre de negocios. Uno le enseñaba que debía seguir lo establecido,
lo “normal” ir a la escuela y graduarse. Mientras que el otro le enseñaba lo
“anormal” a pensar, a construir, a imaginar, y sobre todo a ir en contra de lo
establecido.
Hoy, a mis 27 años de vida;
después de un largo día de trabajo, de cumplir con mis compromisos, mis
responsabilidades, llega mi momento de la reflexión. Y escribo. Escribo todo lo
que se viene a mi mente. Muchas veces es sobre alguien en especial, otras veces
sobre mis experiencias y muchas otras sobre la vida misma.
Todos los días es un nuevo
comienzo, es una oportunidad que la vida nos brinda para cambiar, mejorar,
avanzar, crecer, desarrollar, lograr, soñar, para cumplir. También es una
oportunidad para dejar ir, abandonar, perdonar, cortar, rechazar y por qué
no...olvidar. Si, olvidar todo aquello que nos hace daño, que se convierte en
un obstáculo, en una carga, que nos limita...que nos limita a crecer y a creer
que más allá nos espera algo mejor.
Saber comenzar de nuevo, se
vuelve un filosofía de vida, se vuelve parte esencial de tu ser, se vuelva
parte de ti. Quizá, para los que me conocen, pueden identificar la frase -Ya no
más- frase que en múltiples ocasiones del día y de mi vida expreso. La fuerza
que representa para mí el sólo pronunciar la palabra -YA- me hace establecer un
límite....imaginario, si...pero que es lo suficientemente fuerte para que yo
pueda comenzar de nuevo.
El libro Tu vida, tu mejor
negocio aunque es nuevo en mi biblioteca personal, el mensaje es claro y viene
a reafirmar muchos pensamientos que forjado. Me muestra que el camino que he
recorrido no ha sido en vano. Que mucho o en gran parte lo que tengo hoy, mis
historias, mis experiencias, mis éxitos y porque no mis fracasos son parte del
tiempo que he vivido. Mientras mucha gente sólo me observa, yo sigo avanzando.
Mientras mucha gente me tiene quizá ciertas aprensiones y no les parece mis
actitudes y mis decisiones, yo no me detengo, me queda claro que el objetivo
siempre será hacia adelante.
Hoy en día, me siento orgullosa
de lo que he logrado. Poder escribir libremente, publicar mis artículos, dirigir
la revista institucional de mi trabajo, y recibir muy buenos comentarios, una
palmadita en la espalda de felicitaciones, el respeto y la distinción, eso me
llena mucho más que cualquier cosa material que pueda pagar.
Ver alcanzadas mis metas que una
vez fueron sueños. Me hace ser feliz. Y ese, es mi mejor negocio.